• XPde (XP Desktop Envinronment)

Versión analizada

0.5.1, aparecida en agosto de 2004. He ojeado también la 0.4.0, de julio de 2003.

Página oficial

http://xpde.warbricktech.com/index.php

Estado actual

Experimentó un desarrollo intenso entre 2002 y 2004, y durante esos años consiguió despertar un interés apreciable entre los aficionados. Prueba de ello son este anuncio en OSNews , o esta otra mención en Slashdot . Incluso se llegó a trabajar en una fugaz distribución de Linux —Barnix LiveCD, derivada de Knoppix— que ofrecía un escritorio basado en XPde.

Sin embargo, poco después simplemente se evaporó y rápidamente cayó en el olvido. No me imagino a nadie usándolo hoy como entorno de trabajo habitual; entre otros motivos porque, como explicaré más adelante, ni siquiera funciona en sistemas modernos.

Características resumidas

Esc. Virtuales Menús Iconos Temas Dockapps At. de teclado Barra de tareas
No 2 Parcial 1 No No

1 Teóricamente existe la posibilidad, y en algunas versiones de XPde y sistemas de hace una década era por lo visto real. Yo, en cambio, sólo he encontrado un diálogo disfuncional para seleccionar temas, que no responde a ninguna acción del usuario y por lo tanto no sirve para nada.

2 Se trata de iconos para ejecutar programas, como en el escritorio de Windows; no representan ventanas minimizadas.

Descripción


Captura de XPde

El XP Desktop Environment tal y como lo encontré la primera vez. No podía faltar una copia del tema «Luna», escena campestre incluida; aunque en este caso se trata de una fotografía retocada con muy poca sutileza.


XPde, el XP Desktop Environment, fue... Sí, lo adivinasteis, un intento de replicar en Linux la interfaz de Windows XP. No resulta una idea muy sorprendente: Qvwm y FVWM95 ya hicieron lo propio con la de Windows 95, y otros gestores de ventanas —Amiwm, MLVWM— han tratado también de imitar las de otros sistemas operativos.

Además, por aquella época uno de los grandes temas de discusión dentro de la comunidad de Linux podría resumirse así: crear un escritorio semejante al del archiconocido Windows, ¿supondría una buena estrategia para robarle usuarios al Imperio del Mal de Microsoft? ¿Facilitaría la adaptación de los recién llegados, que dispondrían para sus pasos iniciales en Linux de una interfaz ya conocida? ¿Y sería ése el secreto para que llegase por fin El Año de Linux en el Escritorio™ —y de propina el segundo advenimiento de Jesús—? Estas preguntas han ido perdiendo su relevancia y en 2016 ya no les queda prácticamente ninguna; mas a principios del pasado decenio dieron lugar a largos debates, y a experimentos como Lindows/Linspire .

Y ése es el contexto en el que habría que situar a XPde. Dijeron sus autores:

«No hay bastante tiempo ni dinero para olvidar Windows e instalar Linux, de modo que este proyecto es sólo otra pieza de software que podría suavizar el proceso de aprendizaje de un usuario normal de Windows que [tenga que] utilizar un ordenador con Linux. El objetivo principal es crear una copia "exacta" de la interfaz de Windows XP (sin gráficos ni logotipos registrados). De ese modo, un usuario típico podrá empezar a emplear nuevas aplicaciones (StarOffice, Mozilla, etc) sin verse intimidado por un nuevo escritorio».

¿Está claro, no?

En su estado actual, XPde es poco más que un gestor de ventanas acompañado de algunas utilidades muy básicas. No obstante, el plan original consistía en recrear todo el entorno de escritorio de Windows, con sus menús, sus cuadros de diálogo para personalizar el sistema, e incluso su explorador de archivos y..., sí, también su base de datos central para los ajustes de configuración, el temido Registro . Como comprenderéis, esto representaba un trabajo ingente, aunque el equipo responsable de XPde llegó a contar en algunos momentos con más de una docena de integrantes.

De modo que, además del escritorio propiamente dicho, con sus famosos colores azules, aquí encontraréis una calculadora, una réplica rudimentaria del Explorer de Windows, otra del Bloc de Notas —me pregunto, ¿era realmente necesario copiar un programa tan limitado?—, un lanzador de programas, y una tosca implementación del Registro. Y tampoco debería dejar de mencionar algunos cuadros de configuración.

Ahora, todo esto quedó inacabado en 2004. XPde es más un esbozo, una especie de ensayo, que un escritorio funcional. De hecho, el paso del tiempo no ha sido amable con él, y falla en sistemas con aplicaciones modernas: hablaré de ello después.

La configuración reside en un árbol de directorios oculto en ~/.xpde. Allí se guardan muchos diminutos ficheros de texto —para especificar iconos del escritorio y elementos del menú de programas—, e iconos y pequeñas imágenes para dibujar la decoración de las ventanas y otras partes de la interfaz. También fondos de escritorio y temas visuales. Ah, sí, y una carpeta «Mis Documentos», porque por lo visto esa faceta de Windows resulta asimismo digna de ser copiada.

Me falta comentar que para dar forma al proyecto los autores emplearon Kylix , un entorno de desarrollo creado por Borland a imagen y semejanza del Delphi que ofrecían para Windows. Estaba concebido para la creación rápida de aplicaciones gráficas, y basado en una variante del lenguaje de programación Pascal. Se trata de una herramienta poco habitual en Linux —lo usual es escribir código en C o C++—, y que carece de equivalentes en otros clones de Unix. Borland se desentendió de ella a mediados de la década pasada, más o menos por la misma época en que XPde era abandonado por sus autores.

Primeras impresiones


Captura de XPde

Firefox 2 y Danpei, una utilidad para ver imágenes construida con GTK1. A la izquierda, ya había comenzado a personalizar los iconos del escritorio.


Instalar XPde y ponerlo a andar es sencillo; se distribuye en forma de binarios, no hace falta compilar nada —aunque el código fuente también viene adjunto—. Yo de todas formas revisé el instalador antes de iniciarlo, porque ejecutar con permisos de administrador scripts misteriosos siempre me parece inquietante. Pero en este caso resulta seguro, el gestor queda guardado de forma inofensiva en /opt/xpde.

En cuanto lo puse en marcha me encontré, en efecto, con un escritorio estéticamente muy semejante al de Windows XP. Incluida su propia réplica del tema visual que empleaba por defecto dicho sistema operativo: me refiero al célebre y entrañable «Luna», con esos intensos tonos azules que saltan a la vista con la delicadeza de un ejército asirio... En XPde resultan un poquito más suaves, eso sí, y el iconito para cerrar ventanas no se halla resaltado en rojo; y por supuesto los logotipos de Windows han sido reemplazados por algo diferente. Sin embargo, «Luna» siempre se me ha antojado feo y agobiante, así que su imitación aquí tampoco me llenó de placer.

Pero en fin, mi sesión inaugural con XPde transcurrió de la siguiente manera:

Veo un escritorio adornado con un fondo de colinas herbosas bajo un resplandeciente cielo azul; se trata, claro, del homenaje de los autores de XPde a «Bliss», el paisaje bucólico con el que te recibía Windows XP en su configuración inicial. Hay unos cuantos iconos para ejecutar programas, alineados a la izquierda, y un menú de inicio. Aunque no todos los iconos funcionan, la mayoría hacen referencia a aplicaciones que no tengo; y desde el menú tampoco consigo nada. En realidad, lo único que puedo hacer es lanzar Xterms... Vale, para empezar no necesito más: ¡voy a abrir mi navegador! Así que escribo en una de mis terminales «opera», y el resultado es el siguiente:

X Error of failed request: BadWindow (invalid window parameter)
Major opcode of failed request: 2 (X_ChangeWindowAttributes)
Resource id in failed request: 0x1000026
Serial number of failed request: 593
Current serial number in output stream: 599

Es decir, XPde murió con dolor, cerró mi sesión gráfica y me devolvió a la consola sin más ceremonias.

Entonces yo pensé, «igual este gestor no se lleva bien con Opera, por la razón que sea: voy a volver a ponerlo en marcha y probaré otras cosas». Y en la mayoría de los casos fue asimismo en vano: Seamonkey, Konqueror, QupZilla, los exploradores de archivos Xfe y ROX Filer, el editor de textos Leafpad, mi calendario favorito (Plan )... Todos ellos provocaron la muerte súbita de XPde en el momento de crear sus respectivas ventanas. Mi gozo en un pozo.

De modo que mentalmente puse este proyecto en la pila de descartes y procedí a instalar otra cosa: MaXX Desktop, creo recordar.

Usando XPde


Captura de XPde

Un fondo de escritorio distinto. Y muchos de los cuadros de configuración de XPde abiertos: usuarios de Windows, ¿se os antojan familiares? Por desgracia, ninguno funciona.


El ser humano es un animalillo curioso, y unos meses después he vuelto a intentarlo. De hecho, he conseguido utilizar este gestor de ventanas durante tres o cuatro días, en un absurdo reto que que me ha servido para corroborar mis impresiones iniciales: XPde no funciona.

Veamos, al final logré mitigar el problema de las aplicaciones que interrumpían el funcionamiento del gestor, con ayuda del siguiente razonamiento: «si XPde es software de 2004, debería ser más compatible con programas de la época: ¡cojamos la pala y vayamos a desenterrar antigüedades!». A base de ensayo y error fui descartando todos los basados en toolkits modernos —GTK2, Qt3, Qt4—, y también los construidos con Motif y Fox..., y con ello renuncié a casi todas mis herramientas de uso habitual. No tuve otro remedio que quedarme con un puñado de reliquias elaboradas con la primera serie de GTK —el editor de textos GtkEdit, el visor de imágenes Danpei, una versión vieja de EmelFM—, y alguna utilidad exótica basada en FLTK; nada más.

¡Eh, Internet sigue resultando relativamente accesible con algo tan obsoleto como Firefox 2! Por lo demás, aunque divertido como experimento, no me pareció una combinación de aplicaciones muy práctica: sin Opera y ROX Filer percibo mi vida informática bastante vacía, y además necesito de vez en cuando hacer cuentas en Gnumeric.

Lo peor es que ni siquiera así XPde se reveló usable. Comprobé que después de un rato trabajando con él solía colgarse, vaya usted a saber por qué: mis ventanas continuaban felizmente abiertas y sus respectivos programas en marcha, pero ya no me resultaba posible manejarlas con el ratón ni actuar en ellas con el teclado. Lo único que cabía hacer era pues abortar la sesión gráfica y comenzar otra.

Y así se resume mi experiencia con XPde. Tras el tercero de estos cuelgues desistí y me marché definitivamente en busca de pastos más verdes.

¿Y si al menos hubiese sido estable? Bueno, en tal caso el usuario podría disfrutar de un escritorio con un aspecto similar al de Windows XP, pero con una décima parte de su funcionalidad. ¡Ah, el placer...! Porque en el estado en el que lo abandonaron sus autores XPde es un gestor muy básico: por ejemplo, la barra de tareas sólo restaura ventanas y no sirve para minimizarlas, y sólo emplea un icono genérico para representarlas a todas.

Una vez metido en faena poco me costaba echar un vistazo a los accesorios que acompañaban al propio gestor como parte de la distribución de XPde. Toqueteé un ratito el «XPde File Explorer» y lo encontré vagamente prometedor, aunque inacabado y con muy poco que ofrecer a un usuario regular. Luego probé el «XPde Notepad», que..., vale, éste sí que podría considerarse casi terminado, pero es que estamos hablando de una imitación del Bloc de Notas de Windows, el editor de textos más triste y limitado del universo: no entiendo por qué Microsoft no lo ha sustituido por algo mejor en todos estos años, y tampoco por qué los autores de XPde se molestaron en clonarlo. Descubrí también una calculadora, y un visor de fuentes TrueType. Y por último una copia de Regedit, para modificar valores de configuración en la copia del Registro que implementa XPde: la maravillosa experiencia de manipular un remedo de base de datos opaco, enigmático y sin la menor documentación, ¡ahora en Linux! (Aunque, para ser justos, el Registro de Windows no se concibió para que Pepito y Manolita lo manipulasen).

Me falta comentar que XPde tapa por completo la ventana raíz de vuestra sesión gráfica; para entendernos, el auténtico fondo del escritorio, que en el orden jerárquico de ventanas que establece el X Window System se considera la ventana «madre» de la que descienden todas las demás. Esto implica que utilidades para colocar vuestros propios fondos —xsetroot, por citar sólo una— no sirven de mucho aquí. Y también, un poco para mi sorpresa, que cualquier aplicación que cree una ventana y se inicie antes que XPde quedará oculta cuando éste arranque y dibuje su escritorio. XPde es pues una capa que se coloca encima de todo lo que hubiese anteriormente.

Opciones de personalización

No muchas. Es posible añadir iconos al escritorio y cambiar su posición —que XPde recordará entre sesiones—. También agregar nuevos elementos al submenú de Todos los programas dentro del menú de inicio; sólo ahí. Y poner la imagen que más os guste como fondo.

Más o menos eso es todo.

Documentación

Enfocada al usuario, ninguna. Imagino que los autores dejaron esto para más adelante.

Aciertos

Francamente, no se me ocurre qué decir aquí. Es difícil encontrar cómoda una vivienda cuando lo que estás visitando es el esqueleto de un edificio en construcción. Y en ese estado quedó abandonado XPde.

Inconvenientes

Incompleto e inusable, no funciona. Si combinas XPde con aplicaciones modernas se interrumpe, y si recurres a programas contemporáneos suyos se queda colgado. Hagas lo que hagas, pierdes. ¿Hace falta añadir algo más?

Conclusión

Existe software antiguo que todavía resulta funcional, o incluso útil y práctico: el ejemplo más obvio que se me ocurre sin salir del mundillo de los gestores de ventanas es Twm. XPde no se halla en esa selecta categoría. En 2004 era un proyecto que daba sus primeros pasos, tosco e inestable pero prometedor; en 2016 podemos considerarlo un trasto inservible y olvidado.

Me intrigan los motivos de su abandono. ¿Se cansaron los autores? ¿Se disgregó el equipo a medida que sus miembros encontraban otros quehaceres? ¿Recibieron alguna queja de Microsoft? Nadie dejó ninguna explicación al respecto; XPde desapareció sin más.

Si alguien se muere de ganas de emplear en Linux la interfaz de Windows, le recomendaría que probase Qvwm o FVWM95. Y si no le vale cualquier Windows y busca desesperadamente los colorines estridentes de Windows XP, IceWM con el tema apropiado: mirad, por ejemplo, Look Win XP Desktop . Pero XPde ya no ofrece nada relevante.

Galería de imágenes

Unas capturas de pantalla más, que de este gestor no vais a encontrar muchas en Internet:

Captura de XPde

Las versiones más antiguas de XPde —en este ejemplo, la 0.4.0— imitaban la estética clásica de Windows: me refiero a la de las ediciones anteriores a XP. De propina podéis ver los clones del Panel de Control y Explorer que se incluyen con el gestor.

Captura de XPde

El menú principal desplegado. En su estado actual no sirve de gran cosa: sólo la sección de All programs —también visible aquí— admite cambios por parte del usuario.

Captura de XPde

Tomada en 2002, la imagen muestra alguna de las primeras versiones de XPde corriendo en SuSE 8.0. Arriba y a la izquierda, el diálogo para elegir fondos de escritorio. (La captura no es mía: fuente ).

Captura de XPde

Sólo pude experimentar un poco con XPde usando aplicaciones basadas en GTK1. En este caso, EmelFM 0.9.2... En la terminal, un reproductor de música llamado Opencp .

Recursos adicionales

XPde Tools - Your Way To Linux
Una prueba de que en su época se reunió una pequeña comunidad alrededor de XPde la podéis encontrar en este breve catálogo de herramientas y temas para el gestor. Hay un buscaminas y una imitación del Paint de Windows, entre otras cosillas. Nada demasiado elaborado, y por supuesto nada en lo que se siga trabajando en la actualidad.

 

Artículo escrito el 10 de marzo de 2016.


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